Liga Argentina · 12 de Octubre de 2024
Quilmes tiene a su "Joker"
El capricho de la baraja le dio al conjunto marplatense el comodín. Juan Esteban De La Fuente vuelve al club que lo vio nacer para jugar La Liga Argentina y es un salto de calidad no solo para Quilmes, sino también para la segunda categoría del básquet nacional que contará con un Campeón Olímpico juvenil.
El clásico concluyó de la manera menos pensada. La tristeza de los hechos acontecidos, se sumaron a la imposibilidad de ponerle el moño a una actuación deportiva que el equipo de Ezequiel Medina mereció. Parecía que el genuino hincha de Quilmes ni en los momentos alegres puede ser feliz. Una vez que todo se calmó y los hinchas de Peñarol se retiraron del estadio, quedó un manto de incertidumbre: ¿Y ahora cómo seguimos?
Ahí es donde juegan los distintos. "Juane" erradicó las dudas de la organización y de la gente, miró al custodio de la copa "Juan Pablo Sánchez" y abriendo la boca como "el guasón", con estilo guapo y atorrantón dijo "¡dale che que jugamos un partidazo!". Tomó la Copa y la alzó. Y su gente estalló de alegría. El abrazo profundo de esos fieles quilmeños que se aguantaron todo a lo largo de la historia, veían como un producto genuino de la cantera quilmeña; espantó los fantasmas de la angustia para darle rienda suelta a la felicidad. Celebración con la copa bien en alto junto a sus compañeros y la gente. ¡Ah! Además, jugó muy bien.
El hijo de la leyenda Esteban De La Fuente (bicampeón de la Liga 94/95 y 95/96 y campeón de los Panamericanos ´95 con la selección) debutó con Quilmes y en 2020 continuó su carrera en Olímpico de La Banda. Luego paso a Unión Nauchatel de Suiza en el que fue distinguido como "rising star" (mejor jugador joven del torneo), motivo por el cual fue convocado a la selección helvética y participó de las eliminatorias para el Eurobasket. Por inconvenientes personales, regresó a su ciudad natal y en su club, Quilmes; busca barajar y dar de nuevo.
-¡Bienvenido a casa!
-Muchas gracias. La verdad estoy muy contento de estar de vuelta en casa y feliz, disfrutando el día a día y con mucha expectativa.
-Del básquet de Suiza, al clásico. ¿Cómo se vive?
-Ya desde el amistoso con Gimnasia en el club era otro el ambiente, las canciones, cómo se festejan los goles; todo muy distinto a la tranquilidad de Suiza. Realmente se extrañaba mucho y contento de poder vivir esta realidad hermosa de jugar en un club con tanta pasión.
-Siempre se habla de la vida en Suiza. ¿Cómo es?
-Depende de cómo uno se desenvuelve en esa organización, que todo es tan puntual y funciona como el engranaje de un reloj, perfecto. No hay griteríos, no hay accidentes de tránsito porque la gente respeta las velocidades, el peatón espera el semáforo para cruzar. Uno llega con la "argentinidad" de que no es tan estricto en ese tipo de cosas y queda expuesto. Te pueden cobrar multas o es normal que un ciudadano se te acerque y te diga que está mal lo que estás haciendo.
-¿Qué tal el nivel del básquet Suizo?
-Los suizos no tienen un nivel muy alto de juego, puede haber algún que otro mejor que son los que están en el seleccionado; pero si hay un buen nivel de extranjeros por el tema económico, ya que el Franco – Suizo vale un poco más que el dólar entonces por ese lado los foráneos ven una posibilidad.
-¿Y la experiencia en la selección?
-Jugué unas ventanas de la clasificación al Eurobásket, contra Dinamarca y Azerbaiyán. Ambos tenían buenos jugadores que participan en la Euroliga, fue una experiencia muy buena ya que salieron partidos intensos.
-¿Cómo ves a Quilmes para esta temporada?
-El equipo está muy sólido, lo veo bien físicamente y se pudo ver en el clásico; pudimos correr y ser intensos. Ahora queda encontrar el ritmo de juego y no volvernos locos con tomar decisiones apresuradas y tratar de jugar a lo que el cuerpo técnico propone: conjunto de pases y pick and roll, salidas de tiradores y comportamientos que día a día vamos incorporando y mejorando.
-¿Sensaciones de hacer de local en el José Martínez?
-La verdad es un sueño. Cuando volví y vi la cancha remodelada como todo el club, con carteles por todos lados de "pintura fresca" y un montón de cosas nuevas, me gustó mucho. Se nota que se está haciendo un trabajo importante en el club gracias a la dirigencia y a todos los que están involucrados. Pero si, es un sueño poder jugar en esta cancha en la que hice todas las formativas. Hoy es un estadio renovado con más capacidad que quedó hermoso y más lo va a ser con el público de Quilmes.
Próximo a cumplir 24 años, De La Fuente jerarquizará la Liga Argentina no solo con su básquet, sino también con su estilo; canchero pero humilde, talentoso y formado, personaje aunque muy respetuoso.
Quilmes tiene el comodín. En Quilmes juega "el joker". Y es la carta fuerte para soñar con el ascenso.
Informe y fotos: Prensa Quilmes de Mar del Plata